







'Lo barato sale caro'. Seguro que esta frase la has oido multitud de veces. Como sabes, significa que en ocasiones, por querer ahorrar un dinerillo de entrada, nos sale peor el remedio que la enfermedad y acabas pagando más de lo que toca. Pues, en el sector asegurador también aplica. Y, además, como la terminología legal del seguro es complicada, lo que tu entiendas no tiene porqué ser lo que es en realidad. ¿Te suenan conceptos como 'infraseguro', 'regla proporcional' o 'regla de equidad'? Muy probablemente, no. Pero, no te preocupes, nosotros te los explicamos. Y, además, nos encargaremos de evitar que los sufras y que puedas ver reducida tu indemnización aseguradora cuando más la necesitas. Vamos a ello.
La esencia del seguro
Simplificando el concepto, un seguro es un acuerdo entre dos partes. La primera parte es la que lo contrata, el cliente, que explica qué quiere asegurar, de qué quiere asegurarlo y sus circunstancias. La otra parte es la aseguradora, que decide si acepta asegurarlo y a qué precio lo hará. Este pacto se basa en un contrato escrito (la póliza) y la confianza entre ambas partes: la del cliente, que se compromete a ser sincero y pagar lo que toca para estar protegido, y la de la compañía, que garantiza que cubrirá los daños causados según se define en el contrato.
Sin embargo, si el cliente sufre un siniestro y la compañía aseguradora comprueba que la realidad no coincide con lo que estaba asegurado, la indemnización puede no ser la que estaba definida y que tú, como cliente esperabas. Y aquí intervienen dos reglas de ajuste para reducir la indemnización, según dónde haya estado la 'trampa'.
Qué es la regla de equidad
Esta regla se aplica en los casos en los que tú, como cliente del seguro, hayas omitido de forma consciente información relevante o hayas declarado cosas inexactas voluntariamente. Esta regla está contemplada en la Ley de Contrato del Seguro (artículos 10, 12 y 90) y establece que si sufres un siniestro, y en caso de las omisiones o inexactitudes mencionadas, te reducirán la indemnización en la misma proporción que existe entre la prima que pagaste y la que deberías haber pagado.
Un ejemplo: es el caso del hijo que hace el seguro del coche a nombre de la madre, aunque él es el conductor habitual. O el lampista que contrata un seguro de baja laboral como gerente cuando en realidad se ocupa él mismo de las reparaciones. O ese Multirriesgos Comercio con alarma conectada a una central que nunca nos acordamos de activar. En esos casos, si sucede el siniestro y se comprueba que lo declarado no era cierto, la aseguradora aplicará esta regla para pagar una indemnización menor.
¿Y la regla proporcional?
Pues esta también es una fórmula para reducir la indemnización y se encuentra asimismo recogida en la Ley de Contrato del Seguro (artículo 10). En este caso, se aplica para calcular la indemnización cuando, en caso de siniestro parcial, se hace evidente que la cantidad asegurada es menor que el valor real del objeto asegurado, es decir existe 'infraseguro'. Es el caso de asegurar el contenido de nuestra vivienda por 10.000 euros, por ejemplo, cuando en realidad el valor asciende a 20.000 euros.
Así, si se produce un siniestro en nuestro hogar y el asegurador se da cuenta de que el valor de los bienes asegurados es mayor que el que está reflejado en la póliza, la indemnización también se verá reducida. En este caso, para calcular la indemnización se multiplica la cantidad asegurada (10.000 euros en nuestro ejemplo) por el valor de los daños (2.500 euros, digamos) y el resultado se divide por el valor real de los bienes asegurados (20.000 euros, continuando con nuestro ejemplo). Por tanto, en un caso como el que hemos propuesto, el cliente recibiría 1.250 euros, en lugar de los 2.500 euros que necesitaría para cubrir los desperfectos de su vivienda, es decir, un 50% menos.
Una indemnización justa
Para evitar que nos apliquen cualquiera de estas dos reglasy ver reducida nuestra indemnización es esencial estar correctamente asegurado. No se trata de pagar una prima muy elevada porque sí o de coger todas las coberturas posibles: se trata de pagar justo por lo que necesitas y con las mejores condiciones posibles para tu caso concreto.
En Grupo Bueso somos profesionales del seguro, y estamos a tu lado para proponerte y aconsejarte las mejores opciones aseguradoras para ti, para que estés bien protegido. Así podrás confiar en que, cuando necesites tu seguro, este responderá con la indemnización adecuada, sin sorpresas desagradables, ni la aplicación de ninguna regla que reduzca el dinero que te corresponde.